“Los años no vienen solos”, así profesa el adagio popular, pero debemos desmitificar que los años vienen cargados de enfermedades o dolores, también están llenos de placeres que no se miden en lo físico.
Así empezó la conversación con Don Luis, un hombre de 72 años quien en su cultura y por su historia familiar vio en su juventud y por herencia familiar que la ‘ hombría’ se medía en el número de hijos o número de mujeres. Luis continúa con su esposa después de 49 años y aunque han tenido la confianza para hablar de sus deseos y cambios con los años en el deseo sexual él dice que las erecciones y deseos sexuales en la mente cambian, pero en el cuerpo por la frecuencia e intensidad, pero sigue vigentes.
“Somos seres sexuales, es un aspecto de la vida que permanece hasta el final y adaptándose al descenso de capacidades físicas, o a la posible aparición de algunas enfermedades que puedan afectar el desempeño sexual, se puede disfrutar hasta el final”, así lo explica Feliciano Villar, Catedrático de Psicología Evolutiva del Departamento de Cognición, Desarrollo y Psicología de la Educación de la Universidad de Barcelona y miembro del Equipo de Liderazgo de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología.
Ante este argumento de Villar, Don Luis expresa que efectivamente el deseo sexual es constante, desde niño él sintió e indagó entre amigos y familiares las razones de sus erecciones por qué a veces se presentaban varias veces al día, sobre todo en las noches o las mañanas que se despertaba y este fenómeno transcurrió durante muchos años y logró sostener relaciones con satisfacciones valiosas, “con mi esposa disfruté de relaciones sexuales placenteras y vigorosas, incluso sin ayudas de ningún juguete o pastillas como lo hacen muchos hombres de mi edad, pienso que el deseo y una buena compañía para explorar el cuerpo y tener activo el deseo o el amor no necesita de pastillas”.
Ante este testimonio y en conversación con Jairo Gómez, quien tiene 65 años, concuerda con el pensamiento de Luis, sin embargo él dice “La sexualidad ha generado muchos tabúes y para alguien como yo, no sé si fue porque estudié en la universidad o qué ha pasado conmigo, pero diría que debemos asumir como sociedad que el sexo es tan importante como dormir o como comer, así lo propone Abraham Maslow, Psiquiatra y psicólogo estadounidense quien habla de la pirámide se necesidades y menciona el sexo como una necesidad fisiológica de primer orden.
Con este abordaje que nos menciona Jairo y a partir de la teoría de Maslow, en Waba creemos firmemente en la exploración personal y autodescubrimiento como medios para lograr expandir la mente y el cuerpo a momentos de bienestar insospechados y claramente en el desarrollo sexual de cada uno sin importar la edad que se puede expandir a plenitud la existencia de forma responsable donde la sexualidad juega un papel importante.
No importa la edad, conecta tu cuerpo, tu mente y tus deseos a todo aquello que te genere bienestar y sin duda un buen desarrollo sexual sin tabúes es un camino para construir toda la vida.